El control de esfínteres es una cuestión física y neurológica que depende
totalmente del niño. En
cada niño, el momento para poder hacerlo es diferente. Requiere de la eliminación que regula
esta área del cuerpo y, además de la maduración de la vejiga. Este, se da primero en las niñas
aproximadamente entre el año y medio y los dos años y medio de edad. Para la mayor parte de los niños se da
entre los 2 y 3 años de edad.
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Estreñimiento
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La relación entre
el niño y la mamá entra en un conflicto de poder. El entrenamiento
se convierte en una lucha de voluntades.
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La autoestima del niño se
deteriora, se siente fracasado, culpable y avergonzado.
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El proceso es muy largo y
penoso porque hay demasiados accidentes.
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Las relaciones sexuales se
viven como algo “sucio”
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Son excesivamente ahorrativos “tacaños”. Retienen
unas veces por temor a perder y otras sólo por placer.
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Son obsesivos por el orden, la
limpieza y la puntualidad. Esto viene como consecuencia de
un temor a la desaprobación de los demás y la obediencia.
RECOMENDACIONES:
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Empezar cuando se está seguro de que el niño está listo para hacerlo,
teniendo en cuanta las señales anteriormente mencionadas
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Ir paso por paso: Siempre es recomendable esperar a que sea verano o el
clima esté más caluroso para dar inicio al control de esfínteres a fin de que
si se mojan la ropa o pasan algún rato desnudo sentado en la pélela no se
enfríen.
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Para comenzar con el entrenamiento es preferible la pelela al adaptador
que se coloca en el inodoro, puesto que es importante que el niño tenga sus
pies apoyados en el piso, ya que eso les brinda seguridad, tranquilidad de que
pueden pararse cuando lo deseen. Por ello, es necesario que la pelela sea lo
suficientemente baja como para que ambos pies quedan bien apoyados.
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No tirar de la cadena delante del niño al comienzo: La mayoría de los
niños sienten que su caca es un bien muy preciado y que ellos vean como al
tirar de la cadena el inodoro se traga esa parte de ellos puede resultarles
aterrador.
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Disminuir los líquidos una hora antes de dormir: Para evitar que moje la
cama en la noche se recomienda no ofrecer líquidos en la hora previa a ir a
dormir
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Identificar las señales: Si el niño aprieta sus rodillas se agarra sus
genitales y salta puede ser que necesite ir al baño
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Flexibilidad: Es perfectamente normal que en alguna oportunidad el niño
retroceda y se haga encima, no hay que reprimirlo, ni ser muy estrictos.
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Un compañero para el baño: Al principio es posible que el niño necesite
algún compañero para que esté junto a él mientras están en la pelela, un mono de peluche, un libro, etc.
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Aplaudir: Celebrar y felicitar el logro del niño cuando consigue
exitosamente hacer en la pelela. Pero no exagerar demasiado porque puede
resultar contraproducente.
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Paciencia con el control de esfínteres nocturno: Este lleva mucho más
tiempo, recién cuando el niño comienza a levantarse seco de la siesta y
eventualmente en la mañana. En general el control nocturno lleva un año más que
el del día.
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Coordinar con niñeras y maestras el entrenamiento: Cuando se comienza
con el entrenamiento para el control de esfínteres, no hay vuelta atrás, por
ello es importante que en todos los ámbitos y con todas las personas con que
esté el niño, el tema sea tratado de la misma manera.
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